Resumen
El presente texto es una reconsideración histórica del estatus actual de la pintura en México, a partir de una serie de exhibiciones que sucedieron tanto en el país como en los Estados Unidos desde comienzos de la década de los años noventa. Se muestran además las tensiones de la crítica respecto a este tipo de práctica y cómo es que se produjo una imagen singular del arte en México con relación a la especificidad de ese medio. Por otra parte, se señala cómo es que el discurso sobre la pintura se construyó a partir de un diálogo internacional compartido entre México y los Estados Unidos que entró en crisis hacia finales de la década de los años noventa como producto de la globalización.