Resumen
En este artículo se hace un elogio a la labor arquitectónica y urbanística del virrey Manuel de Amat y Junyent. Con base en documentos de archivos y en un pormenorizado análisis formal de las obras, Humberto Rodríguez Camilloni reconstruye la belleza y funcionalidad que debió tener la Lima virreinal del último periodo. Asimismo, expone las principales razones que pueden esgrimirse para atribuir a este virrey ilustrado algunas obras cuya paternidad parecía estar en duda. Inspirado en los modelos barrocos italianos, a partir de 1761 en que obtuvo su nombramiento, el arquitecto-virrey Amat pretendió convertir “la Ciudad de los Reyes” en una ciudad eterna, como era Roma en el ideal de los intelectuales, pero con una fisonomía propia, adaptada a las características topológicas y a las necesidades del reino, con un impulso modernizador que no se volvería a igualar jamás.Descargas
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